El mantenimiento de parasoles y sombrillas es por norma general relativamente fácil. Este
artículo te hará de simple guía sobre cómo cuidar y limpiarlos para que estén como recién
estrenados.
Aprende a cerrar la sombrilla en el momento preciso
Para llevar a cabo un buen mantenimiento de la sombrilla , es sumamente importante
aprender a cerrarlas en el momento adecuado.
No se debe mantener la sombrilla cerrada demasiado tiempo cuando está húmeda, para
evitar la aparición de moho. Por este motivo, hay que asegurarse de que siempre esté
completamente seca antes de cerrarla. Si hay que cerrarla por causa mayor estando
mojada , procurar abrirla lo antes posible para permitir que se seque adecuadamente.
Además, es fundamental cerrar la sombrilla en condiciones de viento. Los buenos parasoles
pueden soportarlo fácilmente cuando es ligero, pero en climas más tempestuosos las
varillas pueden dañarse.
Aplica una buena limpieza
Las estructuras de las sombrillas están fabricadas con materiales sencillos de cuidar que
requieren un mínimo de mantenimiento. Pero es conveniente limpiar la tela del parasol con
frecuencia. Las hojas, el polvo y la suciedad de insectos deben eliminarse de vez en
cuando. Los excrementos de insectos y pájaros especialmente pueden corroer la tela si no
se eliminan durante un largo período de tiempo. En caso de manchas leves se debe utilizar
jabón con una brocha suave, y aclararlo con agua abundante.
Guardar en un buen lugar
El parasol hay que almacenarlo en una habitación seca cuando no esté en uso. No es
recomendable dejarlo al aire libre en invierno. Además, hay que limpiar y dejar secar muy
bien, antes de meterla en la funda protectora. Es importante para evitar la aparición de
moho.
